Te despiertas, revisas el celular, te levantas, empiezas el trabajo, estudias, te alimentas, compartes con tu familia, tus amigos, tu pareja…
Te has preguntado, ¿para qué lo haces?
El sentido de vida nos permite actuar con consciencia y nos ayuda a afrontar situaciones difíciles que se nos presentan. A través de la autodeterminación, del compromiso y el propósito personal asumimos con nosotrxs mismxs la intención de darle sentido a todo lo que hacemos.
No obstante, a veces nos atrapa la cotidianidad, empezamos a vivir en función de las exigencias sociales; de la familia, de la pareja, del trabajo, de la universidad. En muchas ocasiones, los esfuerzos se centran en hacer todo lo que las personas esperan que hagamos, pero, qué pasa con tus necesidades, con eso que para vos es importante, aunque no sea para otras personas.
Con este escrito, te invitó a cuestionarte desde el amor y la auto-compasión las siguientes preguntas, ¿Lo que haces crees que le da sentido a tu vida? y ¿Eso que haces cómo aporta a tus sueños, tus necesidades y a eso que te hace vibrar alto?
¿Lo que haces crees que le da sentido a tu vida?
Algunas personas se enfrentan a circunstancias difíciles que puede limitar la posibilidad de disfrutar lo que hacen; sus proyectos personales, sus relaciones y su entorno. Situación que les genera sensación de vacío, de desesperanza y sin un norte. Víctor Frankl en su libro «El hombre en busca de sentido», resalta, que toda vida por más adversa que sea siempre tiene un sentido, y que aún en el sufrimiento lo podemos encontrar.
Por eso te comparto las siguientes estrategias para que puedas empezar a encontrar el tuyo.
1. Orientar el pensamiento hacia el futuro a través de la visualización.
Los estudios de la neurociencia han identificado que nuestro cerebro es flexible y capaz de cambiar, y para ello, necesitamos recrear nuevo contenido o experiencia que movilice esta flexibilidad y cambio.
La práctica de visualizar (imaginar) lo que nos gustaría ver en nuestra vida, facilita que nuestro cerebro empiece a agrupar nuevas vías neuronales que estimulan a segregación de serotonina, dopamina y oxitocina (hormonas del bienestar). Estas hormonas del bienestar, estimulan la intencionalidad personal de reproducir o repetir esa experiencia visualizada.
Es por eso que, una de las estrategias que funciona para conectarse con el sentido de vida es orientar el pensamiento hacia el futuro desde una mirada apreciativa. Es decir, imaginarte cómo sería tu vida desde eso que deseas para vos. Visualizarte con esa meta, observar en esa imaginación dónde estás, cómo actúas, qué haces, qué decís. Empezar a soñar tu futuro para recuperar la fe en vos.
Puede que en estos momentos estés desorientadx de lo que a vos te hace sentir vitalidad, esto no significa que estés condenadx a seguir viviendo sin sentido. Si en el presente no hay algo que te invite a soñar, entonces recrea ese futuro, ahí encontrarás la luz del camino que necesitas empezar a caminar.
2. Subirle el volumen a tu voz para escucharla mejor.
El sentido de tu vida aunque no lo creas lo podes encontrar en vos. Para ello necesitas centrarte en lo que vos deseas, en lo que vos querés y lo que vos necesitas.
Una estrategia es hacer ejercicio de autorreflexión, que te permita escucharte ¡una conversación con vos! Para ello te invito a empezar con las siguientes tres preguntas (si podés escribe tus respuestas?
¿Qué es lo que quiero para mi?
¿Qué me haría sentir bien conmigo misma/o?
¿Cómo sería si me centro en eso que yo quiero y necesito?
¿Por dónde quiero empezar?
3. Conectar con tu sentido de vida a través del amor y aceptación.
- El amor hacía vos, hacia una persona, hacía una mascota o hacía un ideal social.
Esta estrategia la planteo, porque todas las personas tenemos la capacidad de amar. Y mediante el amor que desarrollamos, es posible que podamos encontrar manifestaciones o nuevas experiencias que refuerce ese sentir.
Al hacernos consciente de ese amor, empezamos a actuar para que persista en nuestra vida.
- Enfrentarse a la incomodidad del sufrimiento inevitable.
Victor Frankl en su libro «el hombre en busca de sentido» resalta que, el sufrimiento tiene un sentido para la vida de la persona que lo sufre. Y cuando la persona se da cuenta que sufre y que quiere dejar de sentir ese sufrimiento, eso ya se convierte en un sentido.
El sufrimiento hace que nos movilicemos al cambio, ya sea buscando ayuda de alguien que sabemos que tiene la capacidad de ayudarnos o empezar a explorar por qué acción o decisión necesitamos para disminuir ese sufrimiento que te está habitándonos.
Últimas reflexiones.
Es importante que tengas presente que el sentido de la vida no lo encuentras cuando tu vida está en función de los demás, porque eso limita que te conectes con lo que vos querés ser y hacer.
Es decir, todo lo que te haga sonreír y vibrar alto lo encuentras en vos, date el tiempo para encontrarlo, sé paciente y amable contigo mismo en esa búsqueda.
Si en un dado caso sientes que no puedes solx con este proceso, aquí estoy yo para acompañarte.
Pide una cita conmigo y empecemos.
¡Te mereces estar bien!
Escrito por: Psicoterapeuta Sandra Moncada.
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