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¿Estás cansada/o de los conflictos en tu relación de pareja y ya no sabes qué hacer? ¿Crees que entre más intentas resolver, más grande se hace la guerra entre tu pareja y vos? ¿Se volvió cotidiano las acciones de culpabilización, de reproches, de descalificación y la falta de cuidado mutuo? Si estás en una situación similar, este escrito te será de mucha ayuda.

Quiero iniciar este artículo recordando que, cada relación de pareja es única. La tuya no la compares con otra, así tendrás mayor posibilidad de ampliar tu curiosidad y aprender “qué” y “cómo” actuar para fortalecerla y gestionar los conflictos que están presentes.

La construcción del ser pareja es un proceso en el que se suele presentar discusiones y conflictos. Si tienes las estrategias adecuadas, estos pasan a ser oportunidades para conocerse y aprender a enfrentarlos de la mejor manera.

A continuación, te comparto 6 estrategias.  

Estrategias para la gestión de los conflictos en la pareja.

Cada relación de pareja es única, por tanto, la invitación con este escrito es que cada una de las estrategias las adaptes de acuerdo a tu contexto y la situación que está generando conflicto en la relación. Puedes ponerlo en práctica, ya sea, por separado o simultáneamente, y en diferente orden.

1. Conectarte con los principios que constituyen el NOSOTROS de tu relación.

Los conflictos en la relación no son el problema, el problema es el cómo se gestiona esos conflictos. Una estrategia que recomiendo es que la pareja se permita explorar y conectarse con ese «Nosotros» de su relación, es decir, eso que les motiva elegirse como pareja. *Para profundizar en el nosotros, escribí un articulo que te puede ayudar.

Seguro te estarás preguntando, ¿Cómo hacer esto? Te lo cuento.

Primero, cuando estes justo a tu pareja presta atención a las dinámicas de comunicación y de comportamiento que incrementa el conflicto. También, a las creencias que tienes tu y que tiene tu pareja sobre esa situación. Identifica cuáles de esas creencias y dinámicas incrementa el conflicto. Lo que sigue es conversarlo con tu pareja con el objetivo de buscar soluciones, esto te permitirá identificar la mejor forma para ponerlo en conversación.

Si en un dado caso sientes que por mucho que lo intentas no se resuelve esa situación, tanto vos como tu pareja sienten frustración por no avanzar. Esta puede ser una señal que necesitan ayuda externa para solucionarlo, la terapia de pareja, por ejemplo. 

2. Explorar el conflicto y valorar si necesitan ayuda externa ¿terapia?

Gestionar los conflictos es un asunto de colaboración entre tu pareja y vos.

En este punto quiero enfatizar en los intentos de solución de ese conflicto y los resultados obtenidos hasta el momento. Recuerda que gestionar los conflictos es un asunto de colaboración entre tu pareja y vos. Observar si esa colaboración está presente o si estás sola/o intentando resolver algo que es de dos.

Necesitas identificar cómo están actuando para hacerle frente al conflicto, qué les ha funcionado hasta el momento, qué necesitan dejar de hacer. Esto te permite identificar los muros que limitan encontrar soluciones. En principio, échale ojo a la comunicación y responde a esto: ¿La forma de comunicarnos facilita o dificulta solucionar el conflicto? Si la respuesta es “dificultad”, valora si necesitan buscar ayuda. Debido a que, si la comunicación está vulnerada, puede bloquear cualquier intento o motivación para solucionar el conflicto.

¡Es clave fortalecer las habilidades de diálogo y negociación!

3.  Lograr un equilibrio entre el reconocimiento de las necesidades individuales y las de la pareja.

Es importante que reconozcas que en la relación están presentes Tú + ella-él + un Nosotros. No todas las proyecciones y necesidades individuales necesitan alinearse al “nosotros. Por eso, identifica junto a tu pareja, cuáles son los intereses y necesidades individuales y cuáles de estos podrían ser incorporados en la visión del “nosotros” y cuáles no.

En tu relación están presentes Tu, Ella/El y un Nosotros

Lo anterior es clave, porque a veces, el problema se centra en que los conflictos se dan cuando uno de los integrante de la relación está priorizando sus necesidades individuales, sin tomar en cuenta las de su pareja y las del «nosotros». Esto puede convertirse en el problemas. No es necesario renunciar a tus necesidades individuales para hacer el equilibrio de las otras necesidades.

4.Fomenta narrativas que posibiliten la gestión del conflicto desde el “nosotros”.

El conflicto en la pareja, a veces parece ser una cortina oscura que no les permite ver más allá del problema. Es posible que toda conversación o pensamiento esté saturado del problema. Por eso, puede que tengas la percepción de que, por mucho esfuerzo que hacen, no encuentran la solución del conflicto.

Es fundamental que explorares en ti, narrativas alternativas que les posibilite identificar con qué cuentan para hacerle frente a las dificultades de la relación.

Si se te dificulta encontrar esto y si siguen con el interés de continuar la relación. Es momento de pedir ayuda ¡terapia!

5. Identificar si hay patrones familiares que influeyen en el conflicto.

Cuando vos y tu pareja decidieron construir una la relación, ambos se aventuraron a descubrirse y ampliar conciencia sobre las creencias individuales del “ser pareja”. Por lo general parte de estás creencias están reforzadas por patrones familiares de los modelos de pareja observados.

Por eso, es importante que reconozcas esas creencias individuales, que las conversen, así van conociendo y entendiendo los puntos de vista de cada uno y si estos puntos de vista les está generando dificultad o no. 

Para empezar, identifica, ¿qué modelos del ser pareja observaste en tu historia familiar? ¿qué creencias construirte a partir de eso observado? Seguido, identifica, ¿qué de esas creencias está influyendo en los conflictos de tu relación?

Te doy un ejemplo:

Modelo de relación observado: puede que en tu familia observaste que mamá y papá siempre hacían las cosas juntos, para ellos no era opción hacer un plan por separado. 

Creencia construida: puede que con lo que observaste de la relación de pareja de mamá y papá, consciente o no, empezaste a creer que, para que una relación funcione es importante que tu pareja quiera hacer todo contigo y que si no lo hace pone en peligro la relación.

Influencia de esa creencia en tu relación: Todo va bien en tu relación, pero un día tu pareja te dice que quiere ir a cenar solo con sus amigos. Eso te hace sentir incomodidad y empiezas a cuestionar el porqué tu pareja quiere ir sin vos a esa cena, y con eso viene el conflicto. Y se incrementa si tu pareja no entiende el porqué para vos es un problema. Y este es el punto, es posible que tu pareja tenga otra creencia aprendida del ser pareja, y si no reconocen estas diferencias, no lograrán poner en palabras lo que sienten y por ende, no se permitirán escucharse, entenderse y llegar a acuerdos.

Ahora sí, haz tu tarea con las preguntas que te hice antes de ponerte el ejemplo. 

6. Fomentar la conexión con el propósito del “nosotros”.

Es fundamental que vos y tu pareja reconozcan la existencia del “nosotros” en su relación. Así como también, los sentires e intereses individuales. Esto permite explorar si entre esos intereses está o no presente la motivación de seguir en la relación. Si no hay propósito, no hay intención. No te obligues a estar en una relación en la que ya no te ves.

Por eso, desde la transparencia, el respeto y cuidado mutuo identifica si deseas o no continuar en la relación. Este punto es clave, omitirlo, sería silenciar lo que realmente deseas. A veces, hay personas que ya no quieren continuar en la relación, pero no saben cómo enfrentarlo o ponerlo en la conversación con tu pareja y sin darse cuenta entran en constantes conflictos.

Últimas consideraciones.

A manera de conclusión, quiero terminar este artículo resaltando que, tanto vos como tu pareja están en constante cambio, igual pasa con el “nosotros” ¡el cambio es dinámico!

Por tanto, es importante que registres que tanto has cambiado desde que empezaron la relación, también motiva a que tu pareja lo haga. Lo que sigue después, es que ambos pongan en diálogo esos cambios. Una oportunidad para reconocerse desde lo que son actualmente.

Permítanse conversaciones con preguntas sobre ¿qué de lo que hemos cambiado aporta a la relación? También, sobre ¿qué de lo que antes fortalecía el “nosotros” en la actualidad ya no es funcional?

Poner en diálogo esos aspectos con tu pareja, fomenta una conexión desde la empatía, con la que les permite comunicarse con respeto y cuidado mutuo. También, acompañarse en la gestión del problema sin vulnerar el “nosotros”, ni su propia experiencia de lo que está pasando.

Es importante que siempre tengas como una opción buscar ayuda, si sientes que la relación está atravesando una situación que se les sale de las manos, busquen ayuda.  La terapia de pareja es un espacio para crecer, no esperen a  que el problema se vuelva mayor.

Escrito por: Sandra Moncada, Psicoterapeuta de pareja. 

Referencias bibliográficas.

Caille, P. (1992). «Uno más uno, son tres: la pareja revelada así misma». Barcelona: Paidós.

Coddou, F., & Méndez, C. L. (2002). «La aventura de ser pareja». Santiago de Chile: Editorial Grijalbo S.A.

Gacía, L. y Lascano, J. (2020).  «Intervención terapéutica desde el enfoque sistémico para la construcción del “nosotros” en parejas en conflicto». Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia.